Hace 53 días que Daniela vino al mundo con 880 gramos. Se adelantó 12 semanas a la fecha prevista del parto. Desde entonces su madre, Alejandra, se ha convertido en la mejor incubadora para la niña gracias al método canguro, una técnica colombiana que el hospital madrileño 12 de Octubre aplica a grandes prematuros como Daniela. Consiste sencillamente en mantener durante todo el tiempo posible al bebé con la madre, convertir a la madre en una incubadora. "Actualmente, las unidades neonatales que atienden a prematuros disponen de tecnologías muy sofisticadas que han mejorado la supervivencia de estos pacientes. Sin embargo, en muchos casos suponen la separación física de los padres y el niño, algo que no es bueno para ninguno de los dos", señala Carmen Pallás, jefa de Servicio de Neonatología. Gracias a la paciencia de Alejandra, que pasa cada día más de seis horas con la niña pegada al pecho, Daniela pesa ya 1.370 gramos y en menos de un mes podrá irse a casa. Físicamente, tras una cesárea, es duro pasar cada día más de seis horas sentada, sosteniendo a este bebé entre el pecho. "A mí no me cuesta nada. No me supone esfuerzo venir, mañana y tarde, para estar con Daniela, ni encontrar el equilibrio, la serenidad y la luz para transmitírsela. Me siento afortunada por poder compartir con ella estos momentos".

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